¿Qué es la arteterapia?
La arteterapia es una disciplina psicoterapéutica, que utiliza el proceso de creación artística para acompañar y facilitar procesos terapéuticos dentro de un encuadre apropiado. Las sesiones son individuales o grupales, o ambas si se requiere. Estudios de neurociencias y las pruebas de neuroimagen muestran los cambios y los efectos positivos del proceso de creación en nuestro cerebro. No en vano, el arte se ha utilizado de manera simbólica y ritual en todas las culturas desde tiempos ancestrales. Desde las pinturas rupestres de Altamira, pasando por las máscaras africanas a los mándalas tibetanos.

El arte es una herramienta muy valiosa para expresar lo que llevamos dentro, elaborarlo para más adelante poderlo verbalizar. Este proceso terapéutico es valido para todas las edades y diversas condiciones, siendo muy eficaz en la infancia y la adolescencia porque en estos momentos vitales se tienen más dificultades para comunicar verbalmente conflictos y dificultades.
En este contexto terapéutico, la obra de arte no es relevante en sí como lo sería un producto final estético en una clase de arte. Lo importante de la arteterapia es el proceso de introspección que lleva consigo la creación. Por eso, no es necesario ningún tipo de conocimientos ni poseer habilidades artísticas para asistir a sesiones de arteterapia.
La obra que se realiza en la sesión: pintura, dibujo, pieza de arcilla etc. se convierte en otro elemento más dentro del vínculo terapéutico: (Paciente/Cliente – Arteterapeuta – Obra)

Extraído de la obra de Domínguez-Toscano: 2004:18.
¿Qué formación tiene un arteterapeuta?
El o la profesional de la arteterapia conoce en profundidad la teoría y la práctica del arte y la psicoterapia, posee una titulación universitaria en ámbitos de arte, psicología e intervención social entre otros. Ha realizado un postgrado universitario en arteterapia. Y es deseable haber seguido un proceso psicoterapéutico adecuado para conocerse en profundidad y poder acompañar favorablemente a las personas en las sesiones de arteterapia. Son importantes también las supervisiones regulares, sobre todo al comienzo de la profesión.
¿Cómo surge la Arteterapia?
Las y los artistas siempre han utilizado el arte como un catalizador de sus emociones. Pero el término «arteterapia» surgió en 1942 gracias al pintor Británico Adrián Hill, que estando hospitalizado con tuberculosis recurrió al arte para sobrellevar la enfermedad. Después de esa experiencia personal, continuó trabajando con la arteterapia acompañando a pacientes ingresados y soldados que después de participar en la guerra sufrían stress postraumático. Los médicos y los psiquiatras, observaron que los pacientes que participaban en los talleres de arteterapia mejoraban sus estados anímicos y se recuperaban antes de sus enfermedades. Dichos beneficios contribuyeron al apoyo y desarrollo de la arteterapia hasta convertirla en una profesión asistencial.
Es importante mencionar a Margaret Naumburg y Edith Kramer, a menudo consideradas las «madres de la terapia artística», ya que fueron fundamentales en sentar las bases de esta disciplina. Naumburg enfatizó el enfoque psicoanalítico, viendo el arte como un medio para expresar pensamientos y sentimientos inconscientes, mientras que Kramer se centró en el proceso terapéutico de crear arte en sí mismo.
En 1964 se fundó la British Association of Art Therapist (BAAT) y en 1969 la American Art Therapy Association (AATA). en estos países se utiliza la arteterapia desde hace más de 50 años formando parte del sistema sanitario y educativo nacional. En España, la arteterapia ha ido tomando fuerza y reconocimiento social y actualmente hay muchos profesionales excelentemente formados colaborando en el ámbito hospitalario, educativo, social etc.
Informe de la OMS (organización Mundial de la Salud) sobre el papel del arte en la salud.
En 2019 la OMS realizó un informe Primer informe de esta magnitud a nivel mundial.
Lo que marca un hito es que la Organización Mundial de la Salud se haya concentrado en el papel del arte en la salud y el bienestar de forma global y a esta escala, con casi un millar de publicaciones científicas, y que llamen a las autoridades a tomarse muy en serio la inclusión del arte en el sistema sanitario.
Los autores del informe concluyen que se han encontrado pruebas sobre «una amplia variedad de enfoques y metodologías» sobre el valor potencial de las artes para contribuir a los determinantes básicos de la salud; desempeñar un papel crítico en la promoción de la salud; ayudar a prevenir la aparición de enfermedades mentales y el deterioro físico relacionado con la edad; apoyar el tratamiento o la gestión de las enfermedades mentales, las enfermedades no transmisibles y los trastornos neurológicos; y ayudar en la atención de enfermedades agudas y al final de la vida.